Los resultados son consecuencia de la implicación y el compromiso de todos los que hacen una empresa, con equipos cohesionados en torno a un objetivo común, al que se orienta desde el trabajo individual y desde la coherencia de una actuación como grupo. De esta forma, el total siempre es superior a la suma de esfuerzos individuales.
Gestionar de forma adecuada a un equipo ayudará para adaptarse permanentemente al cambio, característica básica en el tiempo que vivimos. Un equipo motivado conseguirá evolucionar en la dirección correcta para alcanzar los objetivos de la empresa (objetivos económicos que son consecuencia de resultados en personas implicadas, motivadas, comprometidas con el futuro de la empresa, en clientes satisfechos, leales, y en vinculación con la sociedad en la que nos desarrollamos).
Para lograrlo se necesita:
- Compartir la Visión. Porque es fundamental empujar todos en la misma dirección.
- Plantear unos objetivos claros y concretos que inciten y estimulen la acción, estableciendo las líneas generales de actuación e implicando a todos los integrantes del equipo.
- Asignar tareas y responsabilidades de forma individual, coherentes con la labor del grupo y orientadas al logro del objetivo común.
- Generar un ambiente de confianza y colaboración, estableciendo comunicaciones abiertas. Cuidar la comunicación interna es una de las claves del éxito de nuestro trabajo.
- Favorecer la mejora continua, estimulando a cada integrante y al equipo en su conjunto para crecer juntos.
Como líder de grupo, se aconseja:
- Respetar a tus compañeros y favorecer el debate constructivo.
- Explicar las decisiones al equipo, comunicándolas de forma positiva.
- Tratar a cada miembro como individuo, gestionando sus tareas para implicarlo en el proyecto común.
- Preguntar y escuchar de forma pro activa.
- Propiciar la creatividad e iniciativa del grupo.
- Estar dispuesto a aceptar sugerencias como apoyo a la mejora continua.
- Ser siempre ejemplo y referente. Ayudar a tu colaborador involucrándote personalmente en todo momento y haz que se sienta orgulloso de su trabajo.
Trabajando en equipo se consigue un modelo de relaciones basadas en la participación, confianza, comunicación, sinceridad, apoyo mutuo y respeto a las personas. Se favorece obtener un óptimo rendimiento, excelente calidad, decisiones eficaces, flexibilidad, alta moral del grupo, clientes satisfechos, resultados sostenibles.
Entre todos, no hay objetivos imposibles, y no olvides que, los Valores de tu empresa deben estar presentes en tu comportamiento. Tu forma de trabajar y relacionarte con el entorno y el equipo debe ser tu seña de identidad y diferenciación con el mundo exterior.
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